lunes, 30 de mayo de 2011

Una flor en el pantano.

Probando... Probando... ok, no voy a caer en las nimiedades pelotudas y super recurrentes que suelen escribir las personas, ni bien se crean un blog. Así que no, no me voy a describir. No se si la gente va a leer esto, la verdad no me siento motivado ni desmotivado a que ello suceda, si pasa genial, si no pasa, todo bien igual.
Bien. Tengo que confesar que muchas veces consideré el tener un espacio minimamente privado o virtual, en el cual poder explayarme como se me cante el totó, y me parece genial. Es una idea picarona, que creo que a todo ser pensante o por que no, curioso y crítico de su rutina, sus actos y de su entorno, se le cruzó por la cabeza.
El texto del día de la fecha está inspirado en un sentimiento que, muchas veces, torturó mi cerebro y me llenó de una colorida cantidad de sentimientos distintos, entre los que podemos encontrar, desde una risita loca a un llanto descontrolado. El no encajar. Es simple, es corta, básico. A quien no le ha pasado no?, desde una situación escolar trillada, a una salida con amigos, o más tempranamente por que no, como es en mi caso, en el propio seno familiar (guau que difícil es hilar palabras con coherencia en este campo, envidio y admiro a la gente que lo hace frecuentemente y no muere en el intento).
Imaginemos una cena típica de Lunes. Papa, Mama, la nena y el nene. Para el caso, el nene sería yo. Televisión de por medio, como no es para menos, la 5ta presencia de la mesa, infaltable, querida, y muchas veces más importante y receptora atención que los mismos seres vivos de la casa. La distribución espacial no es importante, en este caso no. En la "caja boba" siempre se miran las mismas cosas, incentivadas por el Patriarca, y cualquier tipo de crítica al respecto, acarrea un sinfín de discusiones cargadas de negatividad innecesarias y desgastantes, motivo por el cual, nadie dice nada y todos se sumergen a la TV basura. Cada integrante de esta familia, tiene cosas para contar, pero nadie las escupe, ya que cuando habla la tele, todos callan. Prestando poca atención al informe televisivo en pantalla, donde se narran las locas historias de una mujer embarazada y un economista "subidos de tono", el hijo, maquina miles de pensamientos por minuto y se jacta de introducir el pedazo mas jugoso de carne en su boca, después de siglos de no consumir dicho alimento.El padre, sube intempestivamente el volumen, al escuchar un murmullo de trasfondo -madre e hija susurran sobre una escena laboral ocurrida días atrás- todos callan nuevamente. El hijo, que no soporta los sonidos fuertes, mucho menos después de haber pasado todo un día laboral cargado de estrés, vencimientos urgentes y cursadas tediosas, le pide -no muy amablemente- que baje el volumen. Error. Terrible y garrafal error. Todos sabían el funcionamiento familiar y el protocolo que llevaba implícito la cena. La TV habla, todos deben callar.
Ahora bien, no hace falta explicar con detalles la escena tragicómica que se vivió en ésta familia, mas no es despreciable resaltar el amargo sabor que esa pelea dejó, como siempre lo hace, en mi boca. Estoy seguro que a mucha gente, aunque no lo diga, se le cruzó por la cabeza la misma idea. Que hubiera pasado si no hubiera nacido donde nací?, Por que mierda me tuvo que pasar a mí? Que clase de hijo de puta, destructivo terrorista fui en mi vida pasada? Considero necesario frenar en este punto. Es importante saber entender que uno es como es gracias al entorno que, desde siempre, lo afectó. Sinceramente, cambiaría muchísimas cosas de mi vida, pero no me siento infeliz de ser la persona que soy. Eso, no me cabe duda, se lo debo a éste par de padres que me tocó, que si bien, no son lo mas evolucionado y racional del mundo -en más de un aspecto- quieren lo mejor para mí, que en su retorcida cabeza, era escuchar un informe berreta sobre una infidelidad del espectáculo, llena de amarillismo por donde se la mire.
No tengo idea que hubiera pasado conmigo, si no hubiera nacido donde nací. Y sí, seguramente fui muy hijo de puta en mi vida pasada -si es que hubo una-. Pero no puedo quejarme de lo que me toca, ni puedo pretender cambiar a los viejos que la vida me dio, que lejos de ser una piedra, son por que no, un molesto e incómodo, pero hermoso regalo.
Finalizo esta primera "entrada" super relajado, habiendo hecho una tremenda catarsis, recomiendo este medio a todo aquel curioso que entre y lea, juro que es liberador jaja.
Paz para todos pípol.