viernes, 22 de julio de 2011

El valor de las palabras

Era una fría tarde de Jueves en la Facultad de Derecho (hermosa casa de estudio y enseñanza de valores de todo tipo, sisisi se me cae la baba), en medio de una -seguramente entretenida- clase de Derecho Penal cuando, quien les escribe estas líneas, maduró sobre una idea que tenía subyacente en su cerebro hace rato y jamás había liberado.
Sentado en la primera fila, como no podía ser de otra forma *los profesores le llaman menos la atención a los alumnos que no prestan atención, sólo por estar sentados adelante* tomando apuntes con una mano, y con la otra jugando al "BrickBreaker" en el celular, mientras mi compañera (y amiga) Debora me retaba por estar boludeando en clase, fue cuando sucedió.
-"SOY UN MOGÓLICO DE MIERDA BOLUDA!, MIRÁ COMO PERDÍ!"
En ese mismo instante, la cara de Debi cambió completamente y dejó de mirarme, para sumirse de lleno en el discurso que nos daba el Profesor. Había hecho algo mal, estaba seguro de eso.
Ya en los pasillos, no pude contenerme y le pregunté con preocupación qué era lo que había hecho para que, de pronto, me tratara con tanta distancia *Era muy común que yo dijera cosas fuera de lugar, pero en general, Debi se encargaba de ubicarme en el momento y todo terminaba con ella y yo cagandonos de risa del papelón en el que nos metí*.
- "Yo nunca te dije, pero mi tía tiene Síndrome de Down. Te puedo asegurar que en su lugar, a vos no te gustaría ni un poco que la gente use esa condición como un insulto...nunca más uses esa palabra Fede, nunca mas"
Pocas veces en la vida me sentí tan avergonzado y tan pequeño al lado de alguien, que sin querer hacerlo (o tal vez si) me dio una lección tan grande.
La palabra Mogólico, significa "relativo a Mongolia" (poca gente sabe ésto, sólo se limitan a decirlo sin entender muy bien de que se trata) y tiene que ver con que las facciones de las personas con Síndrome de Down, se asemejan mucho a las de los habitantes de ese país.
Ahora bien, el episodio que relaté en párrafos anteriores, fue de las mejores cosas que me pudieron haber pasado. Gracias a eso fui capaz de ver que no todas las palabras deben decirse y emplearse con total libertad, por que conllevan una carga muy fuerte en su significado, que muchas veces puede dañar a alguien.

Me duele tener que escuchar a alguien decir "MOGÓLICO" como si estuviera diciendo boludo o pendejo, cuando claramente no pueden ser igualados tales términos, ni puede devaluarse lo que significa cada cosa, por que si hicieramos eso estaríamos aceptando abiertamente que discriminar está bien y peor aún, lo estaríamos fomentando. Me duele mas todavía TENER QUE LEER en una red social tan significativa como Twitter, a gente que usa esa expresión con orgullo y a modo de chiste, y a miles de seguidores que se lo festejan.
El valor de las palabras no puede ser dejado de lado por quien las emplea, es importante saber entender que para expresar una idea, no hace falta hacerlo de forma tan visceral e hiriente. Sufro y me lleno de bronca, cada vez que una persona a la cual yo le tengo algún tipo de estima o respeto dice "MOGÓLICO" como si ese "chiste" no llegara a trascender mas allá de la oración en la que fue incluída. Ese tipo de personas, mas que resultar graciosas me dan lástima, porque no llegaron a entender lo que les escribo y resultan ser, por lo menos a mis ojos, de lo mas ignorantes.


Habiendome descargado nuevamente, a los que lean esto, espero no haberlos aburrido en exceso y, de haber cometido el mismo error que yo cometí en esa clase de Derecho Penal, esto les sirva de ejemplo para cambiar su actitud y ayudar a erradicar de nuestro léxico diario tan degradante término.